RUN LIKE THE HELL

Hoy, como hace mucho tiempo, no venía atrasada a la pega, así que cuan ociosa estaba mi mente, en realidad relajada, me dediqué a observar la gente en el metro. Fue chistoso. Comento: me subí tranquilamente en Irarrázabal, con mi eterno compañero MP3, escuchando a Depeche Mode, entre otros, y como nunca, no iba estresada (será que es viernes y que toy terminando el semestre con mis alumnos). El caso es que pa´variar iba con el pelo de una señora metido en la boca (y más encima ella movía su cabeza cual comercial de Sedal) , el codo de otra en mi espalda, un señor de dos metros (yo no soy muy alta, 1.60 para ser exacta) que me empujaba y me dejaba casi como estampilla, pero por suerte hoy me saque los tacos así es que con los frenazos me afirmaba bien. El tema es que me bajé en Baquedano y como mi largo camino llega a Escuela Militar, sin querer justo en mi amigo MP3 empecé a escuchar "Run like the hell", de Pink Floyd, y me di cuenta de cómo corre la gente, literalmente, te pasan a llevar, te echan tu par de puteadas si no las dejas pasar y que lata darse cuenta que a veces uno también hace lo mismo...y después se preguntan porque Chilito es uno de los países con más alto estrés en el mundo....mirchhh¡¡¡ es cosa de bajar un pelín las revoluciones y uno se puede dar cuenta....yo misma por ejem...y aunque parezca que son tonteras, es cierto, se nos olvidó pedir permiso, o dar las gracias o pedir disculpas...de hecho hasta hace poco cuando me preguntaban que me gustaría de regalo hubiera dicho tiempo para hacer mis cosas...pero a veces es mejor decir, tiempo para estar con mi princesao con las pareja o con los papás, tiempo para disfrutar de la naturaleza, tiempo para ver a mis amigos o para conocer más gente, tiempo para leer o sencillamente para disfrutar la vida...

Lo lamentable del asunto es que no va a cambiar, mientras estemos vivos y tengamos que alimentarnos, vivir, ambicionemos cosas, tendremos que correr, y así vamos criando a nuestros hijos y es un círculo vicioso que no termina...pero imagino que solo en Santiago City, ya que viví 5 años en Antofagasta y allá la cosa es distinta. Acá debemos almorzar en media hora o con suerte en unahora. Allá cerraban el centro de 2 a 5 más o menos Y PODÍAS IR A TU CASA...genial...pero bueh es lo que hay...

..."Corre como en el infierno", que cierto es, todas los días, la rutina mata...es un temón el de Pink Floyd, lo chistoso fue que estaba pensando precisamente en esto cuando lo empecé a escuchar y me pongo a reflexionar en que las horas, los días y la vida se nos pasa rápido y entonces hay que aprender a disfrutar cada minuto con las cosas sencillas, cuesta más que la cresta, pero hay que intentarlo, al menos tratar de ser feliz y darse cuenta de que no hay otra oportunidad para vivir...oops creo que ando algo melancólica, meditabunda y reflexiva....